por los medios que se utilizan para aprender para la vida y desde la vida.
porque cómo se aprende es tanto o más importante que lo que se aprende.
como centro del modelo frente a la enseñanza tal y como la conocemos.
El mundo está cambiando y la educación no puede quedarse al margen de esta revolución en la manera de vivir y adquirir el conocimiento. La Salle ofrece una respuesta a la escuela de hoy, centrándose en la persona, en sus talentos, y buscando la forma de ayudarla a adquirir las habilidades y competencias que le permitan transformar el mundo.
El NCA propone a la persona como protagonista del proceso enseñanza-aprendizaje a partir de las dimensiones emocional,cognitiva, corporal, social y espiritual.
Vivir experiencias significativas permite, además de adquirir conocimientos, la construcción de la personalidad.
El aprendizaje cooperativo ayuda a interpretar, integrar, desde el propio aprendizaje, las experiencias de conocimiento.
El alumno protagoniza su formación y crecimiento personal dentro de un modelo en continua mejora.
El educador es el mediador en el proceso de aprendizaje, acompañando al alumno en su propio camino.
La vida interior es importante, por eso nos preocupamos de desarrollar la cualidad humana que aúna espiritualidad y personalidad.
Los espacios y el movimiento son esenciales en el desarrollo cognitiva. Rompemos con el aula tradicional, potenciando la creatividad y el aprendizaje.
El pensamiento es educable y la escuela debe fomentar momentos de reflexión individual y colectiva.
El alumno genera hábitos de aprendizaje autónomo y la escuela ayuda a construir procesos naturales e individuales de aprendizaje como experiencia intransferible.
Aprendemos a ser respetuosos con los demás y a enriquecernos participando en las prácticas sociales y culturales.
Es el ámbito de experiencia que prepara al alumno para lo que va a vivir.
Es el ámbito donde se produce el encuentro entre persona y conocimiento, donde tienen cabida el contenido curricular. Es el espacio del SABER.
Es el ámbito en el que el alumno se construye a sí mismo y es protagonista de su aprendizaje. Es el espacio del SER.
Es el ámbito donde los alumnos trabajan transversalmente todos los principios NCA, aprendiendo de la experiencia. Es el espacio del HACER.
Es el momento de la evaluación, la reflexión y la celebración de lo vivido.